Guayana Francesa: Europa de este lado del charco

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Apenas vimos el cartel de la policía nacional de Francia empezamos a hacer los chistes. En Surinam habíamos dejado atrás Sudamérica y ahora sí, estábamos en Europa y el viaje desde el Nuevo Mundo solo nos había llevado 10 minutos en una lancha y nos había costado 2 euros. Bienvenidos a la Guayana Francesa.

Guyana Francesa
Entrando a territorio de la Unión Europea

La gente habla francés, los carteles están en francés, el pan es pan francés, los precios son franceses, pero todo se ve muy sudamericano. Lluvias tropicales y selva amazónica componen el paisaje en este país que no es país, si no un departamento de ultramar de Francia. Bienvenue Mesdames et Messieurs, pasen y conozcan nuestra petit experiencia en una de las últimas colonias en Sudamérica.

Una vez que pusimos los pies sobre terreno europeo sabíamos que no podíamos ir en bus hasta Cayena, primero porque no hay, y segundo que lo que sería transporte público que son los taxis, nos iban a cobrar por lo menos 30 euros. Así que empezamos a caminar. Tuvimos que andar un par de kilómetros para alejarnos un poco del pueblo, ahí conseguimos una chica que nos llevó unos kilómetros más hasta el cruce de dos rutas y ahí esperamos un poco hasta que paró un Bob Marley francés y nos levantó. Hablaba apenitas de inglés así que no hubo mucho diálogo, pero entendimos que al día siguiente no trabajaba, así que ya había empezado a tomar. Venía dándole besos a una cervecita, cuando la terminó sacó otra y también la mató a besos. Después de una hora de viaje hicimos un alto en una especie de parador que hay al costado de la ruta. Ahí tomamos dimensión de lo selvático que es ese pedacito de Francia y la belleza de sus paisajes.

Guyana Fracesa


Como el muchacho no tenía ningún apuro, estuvimos ahí una hora más o menos. Cuando se me pasó la ansiedad por llegar a nuestro destino, entendí que nosotros tampoco teníamos apuro y pude disfrutar del magnífico lugar donde estábamos. Mientras tanto nuestro chofer se fue tomando de a poco un vaso de ron y después se fue a meter al lago.

Guyana Fracesa
Que venga Tarzán…

La Guayana Francesa es la más selvática de las 3 Guayanas, o por lo menos donde vimos más de cerca la selva. Su capital está rodeada por selva y mar. Viven menos de 100000 personas y lo mejor que tiene para conocer son los cerros repletos de árboles que están recostados sobre el mar.

Llegar fue una sorpresa espectacular, todo el camino bordeado por árboles verdes gracias a la temporada de lluvia. Bob nos estaba llevando hacia la casa de nuestros anfitriones y en la entrada de una rotonda no le dio lugar a una ambulancia y se terminaron rozando, al tipo le chupó un huevo todo. Después paró y el chofer de la ambulancia lo puteaba (eso creo porque era en francés) y le preguntaba por qué no había frenado y Bob levantaba los hombros nomas.

No estuvimos demasiado tiempo, como queríamos llegar a Brasil para año nuevo y los precios son altos, estuvimos 3 días nomas. De todas formas creo que fue suficiente. Cayena no tiene demasiados atractivos. Encima por ser temporada de lluvia, no podíamos pasear demasiado. El día que fuimos al centro era 24/12, así que los dos museos que hay estaban cerrados. La iglesia es bastante sencilla, pero nos sirvió para refugiarnos de la lluvia. Para almorzar fuimos al mercado donde la comida está a cargo de la colectividad vietnamita, país que alguna vez fue colonizado por Francia. A pesar de no ser baratas (entre 4 y 5 euros), las sopas que ofrecen están en buen precio para ser la Guayana Francesa.

Cayena Guayana Francesa
Sopita de camarón

En este departamento de ultramar todo es importado, y las cosas van primero a Francia y luego van a la Guayana. Hay algunas excepciones de productos agrícolas, que son cosechados por los hmong en Cacao y Javouhey. Esa es otra de las posibles visitas para hacer turismo, ir a ver estas comunidades que todavía tratan de preservar la cultura con la que escaparon de Laos después de la guerra de Vietnam.

A esta altura del siglo XXI uno se pregunta por qué un país acepta tan tranquilo ser una colonia. En la Guayana Francesa la respuesta es simple y matemática. Económicamente depende de forma total de la madre patria. En la Guayana hay pocos profesionales, los que se reciben se van a Francia a buscar mejores oportunidades, ya que aquí no hay muchas industrias y las oportunidades son escasas. Por eso Francia le da un extra al salario de aquellos que se mudan al continente sudamericano, y si se quedan más de 3 años, ese extra puede equivaler hasta el 40%, por eso algunos jóvenes vienen a trabajar durante un tiempo, pero dicen que en Francia están pensando en sacar ese subsidio porque es demasiada plata para mantener a la Guayana. Otro de los motivos que empuja a los jovenes a venir es el clima tropical y la gran diferencia en la forma de vida. Aquí se respira calma, algo que en el viejo continente les cuesta encontrar. ¿Cómo rechazar un trabajo en euros al que se puede ir en 10 minutos en bicicleta mirando la selva Amazónica?

Dos de esos tantos jóvenes franceses emigrados a nuestro continente fueron nuestros anfitriones para la noche de Navidad. Nos cocinaron como en el mejor restaurante francés y brindamos con un exquisito champán. Todo nos hizo sentir que mágicamente estábamos en otro lado, nos transportaron a Francia solo con sus aromas y su tono de voz.

Cayena
En Guayana Francesa nos recibieron para navidad y nos atendieron como a reyes

Extrañamente todos los que vivían en la casa hablaban español, así que esa noche pudimos hablar mucho con Karen y Marek y enterarnos un poco de la vida en la Guayana.

Al día siguiente fuimos a conocer Montabo, uno de los cerros copados por la arboleda que cae sobre el océano Atlántico. Fueron un par de horas de andar perdido por el bosque hasta dar con una playa mansa y poco concurrida.

Amazonas Guayana Francesa

Descansamos y comimos allí y luego pegamos la vuelta.
A la noche otra vez tuvimos que comer como los dioses. Los padres de uno de los chicos estaban de visita y cocinaron varios platos exquisitos.

El viaje por Europa se terminó rápido. Otra vez teníamos que entrar al continente sudamericano, y otra vez había que hacerlo en lancha para intentar llegar a alguna playa brasilera antes de fin de año. Tal vez de las 3 Guayanas esta fue la menos sorprendente, puede ser que sea la más similar a lo que uno conoce, en cuanto a arquitectura, religión y cultura. Pero nos permitió visitar Francia de pasada por nuestro viaje sudamericano, nos dejó conocer buenas personas y ver hermosos paisajes. Y hay que decir que gastronómicamente fue la que mejor nos trató. ¡Salud para la Fraternidad, Igualdad y Libertad!

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2 comentarios

Zenaida Wheels -

Muy buen post! Dan ganas de expatriarse en Guyana!

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nicobonder -

Es un lindo lugar. Mucha selva, pero con comodidades europeas y calma sudamericana

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